La ineficiencia y malversación fue el signo de las empresas en los ´80. La privatización a toda costa fue la cara de los ´90. La paulatina extranjerización (en Página 12) parece ser el inevitable estigma de las empresas nacionales y locales post crisis. La lista de empresas cordobesas que vendieron todo o gran parte de su capital suma nombres cada semana. “Tuvimos y seguimos teniendo ofertas de compra”, me decía hace unos días el presidente de la cooperativa láctea Manfrey, Ercole Felippa. Desde la Cámara de industriales metalúrgicos, Juan Grundy, me segura que ya son varias las autopartistas que quedaron en manos extranjeras, mientras que para el presidente de la metalúrgica Montich, Sergio Recchia, el proceso se agudizará (en Punto a Punto) cuando las grandes automotrices apreten el acelerador de la demanda.
El campo es, sin duda, el sector testigo del fenómeno: La Lácteo, La Paulina, Estancias del Sur, Colcar, Quickfood ya son de capitales norteamericanos, europeos o brasileños. Pero tal vez lo más grave es que, las causas que motorizan el cambio de manos – altas retenciones al agro, aumento de costos, dificultades crediticias- lejos de resolverse, parecerían incrementarse con la llegada de Cristina. Si recordás más casos locales de firmas que hayan quedado en manos extyranjeras escribime a jbusaniche@pap.com.ar
Aquí, uno de los últimos casos, Moño azul que paso a manos italianas:
sábado, 10 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario