Pasó la Fico con sus habituales rondas de negocios, estrambóticos stands, incandecentes promotoras y un aluvión de folletería que alteraba los bolsillos que cada uno de los miles de visitantes. La feria internacional que concentra a los sectores más importantes de la industria, el turismo y el comercio regional no pudo despegarse del complicado clima que envuelve desde hace unos meses a nuestra economía doméstica.
El martes me di una vueltita por la ronda de negocios, en el Pabellón Amarillo, donde la gente de la Cacec organizó unas 500 entrevistas entre operadores nacionales, internacionales y locales. Más allá del resultado final de esos encuentros - donde no se cierran negocios, pero un agente se puede llevar una buen acapeta con proyectos y contactos-ese, era un interesante escenario para captar el clima de negocios del país. "Lo que más nos preocupa es que por políticas del gobierno, y que escapan a los empresarios, no puedan cumplir con los contratos. Hay incertidumbres y eso complica algunos negocios. Nosotros trabajamos mucho de palabra y a largo plazo, por eso con Argentina tenemos que ser cautos", me comentó un representante de una firma chilena.
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